La ciudad de Gotham es golpeada por misteriosos crímenes que tan solo una persona puede resolver.

Le vemos siempre subido a los altos rascacielos de la ciudad, inmóvil bajo la persistente lluvia. Su mente es una máquina perfectamente afinada, preparada para fijarse, percatarse de los más mínimos detalles en aquellos lugares donde se han cometido actos de violencia, crímenes que hacen que la mente de Batman comience a procesar información, y con sus amplios conocimientos en variadas materias, obtener una primera pista que le lleve a lograr reunir las piezas de ese indescifrable puzle ante el que se halla.
En Batman: Patrones oscuros, miniserie que está teniendo (con razón) las mejores críticas, caminaremos por una ciudad de Gotham donde la violencia campa a sus anchas, al doblar una esquina puedes toparte de frente con algo que no creías poder ver en una urbe normal. Pero esta no lo es…

La tortura y muerte de un hombre lleva a Batman a escarbar en el pasado de este. No es la primera víctima a la que someten a un estado de dolor extremo.
En Nosotros somos los heridos, el detective se verá las caras con un ser, un villano difícil de imaginar, víctima de su propia autoflagelación. Lo que era un hombre ahora se ha convertido en un instrumento que tan solo piensa en la venganza.
¿Y qué le ha llevado a iniciar este oscuro sendero?
Por supuesto, con una trama tan adictiva y apasionante, no voy a revelaros nada más del argumento de este primer arco argumental. Tan solo comentaros que, por supuesto, James Gordon es el enlace del vigilante con el Cuerpo de Policía, así como un nuevo personaje que aparece en la vida de Batman, el Dr. Sereika, un tipo bastante especial, por decirlo de alguna manera.
Pero no os acomodéis, ya que el tándem autoral formado por Dan Watters al guion y Hayden Sherman (que está triunfando con su labor gráfica en la espectacular Absolute Wonder Woman) nos llevan en el segundo arco, titulado La voz de la torre, a un edificio condenado al cierre desde el que es arrojado uno de los agentes de policía encargados de precintarlo.
La compañera del muerto está secuestrada y la única manera de liberarla es adentrarse en las entrañas de esta curiosa construcción, que va a convertirse en una trampa mortal para Batman, que nunca pensó con quien iba a rencontrarse en su interior…

Las historia de esta miniserie destacan por su originalidad, Watters nos muestra a un vigilante en su faceta más detectivesca, en aquellos primeros años en los que la leyenda de Batman se forjó, a base de enfrentarse al mal que se oculta en el corazón de los hombres, y encontrarse con que esta ciudad forja en sus interior a criminales que parecerán sacados de la más terrible de las pesadillas.
En el apartado gráfico, tan solo os diré que vais a disfrutar de lo lindo con unas composiciones de páginas increíbles, que colocan a Sherman entre los dibujantes más interesantes del momento.
Ahora, cojamos la lupa y lancémonos a investigar junto al Caballero Oscuro.
Batman: Patrones oscuros
Guion: Dan Watters
Dibujo: Hayden Sherman
Tapa blanda
Color
144 págs.
13 euros
Panini Cómics