Hechos del pasado que permanecen ocultos en la niebla del olvido, y una amistad será puesta a prueba…

Regresamos por última vez a un pequeño pueblo de Pennsylvania, y nos reencontramos con Marjorie, protagonista de esta trilogía que concluye con este tercer volumen. Esta chica, de carácter tímido, ha tratado de reconstruir una vida familiar golpeada sin piedad tras la súbita desaparición de su madre, dejándolos a ella, su padre y hermano pequeño en un estado del que ha sido complicado recuperarse.
Pero como suele decirse, no hay mal que cien años dure, y de una peculiar manera, el negocio de lavandería del que se ha tenido que ocupar Marjorie, sin ella saberlo, se convirtió en una pieza importante en su proceso de recuperación, ya que entre toda la ropa que los vecinos del lugar le traían para lavar, encontró una sábana que escondía en su interior un hecho al que podíamos calificar como “curioso”.

Se trata, nada más y nada menos que de la vestimenta del espectral Wendell, un chaval con una oscura historia a sus espaldas, ya que falleció misteriosamente ahogado. Este fantasma se va a convertir en el mejor amigo de la protagonista, que también se encontrará a lo largo del argumento con Liza, una chica acosada por compañeras del colegio, víctima del temido bullying, y que es una autentica apasionada de los fenómenos paranormales, convirtiéndose en el tercer vértice de este curioso trío.
En esta última entrega, Wendell no puede quitarse la cabeza un hecho: Y es que aunque conoce, y recuerda cómo murió, es incapaz de sacar de su memoria el por qué, la razón.
Es por ello que junto a Marjorie y Liza van a iniciar una investigación, por llamarlo de alguna manera, donde se va a demostrar que, en ocasiones, las casualidades con las que nos encontramos a lo largo de nuestras vidas se acaban convirtiendo en esas piezas que faltan para componer hechos del pasado, como es en el caso de este chico fantasma.

Mientras tanto, la relación de Marjorie y Liza va a ser sometida a una dura prueba, ya que dos antiguas amigas de la primera, Sid y Sasha, regresan a su vida y Marjorie se da cuenta que no es malo tener más relaciones, pasarlo bien con otras personas… Pero a Liza, solitaria y tímida, y con una invisible mochila de rencor por haber sido objetivo de las chanzas de estas chicas, no comprende como su amiga puede volver a relacionarse con ellas.
Este cóctel de sentimientos y situaciones dan como resultado una lectura que ya nos enganchó en anteriores entregas, Sábanas y Frágiles. Y es que su autora, la norteamericana Brenna Thummler, sabe retratar a la perfección la vida cotidiana de un pueblo como en el que ella misma vive, además de las inquietudes de unas protagonista jóvenes, que están pasando por el trance de la adolescencia, con todo lo que ello conlleva, unido además por esas tragedias cotidianas que a veces nos golpean y de las debemos, tratamos, de recuperarnos y seguir con nuestras vidas.
¿Conseguirán esclarecer el motivo del fallecimiento del fantasmal Wendell? ¿Se romperá para siempre la amistad entre Marjorie y Liza? ¿Qué papel ocupa en la historia la esquiva Tierney?
Todas estas preguntas, y alguna más, serán respondidas en el desenlace de Luces.
Luces
Autora: Brenna Thummler
Tapa blanda
Color
372 págs.
34,90 euros
Ediciones La Cúpula