Huyendo de la monstruosidad, el bárbaro protagonista descubre una insólita construcción.
Si hay algo que caracteriza al personaje creado por Robert E. Howard no es su robustez, ni la espada con la que reparte mandobles a diestro y siniestro. Ya sean débiles doncellas, desvalidas princesas, herederas de gélidos parajes o valientes guerreras, Conan siempre está acompañado en sus relatos por una fémina.
Y en Clavos rojos, uno de las más famosas historias surgidas de la imaginación del escritor tejano, esto no iba a ser una excepción.
El cimmerio se reencontrará con Valeria, bárbara como él, pirata miembro de la Orden Roja. Y como suele suceder entre estos personajes, la conversación es súbitamente interrumpida por la aparición de un ser surgido de las más terribles pesadillas, por lo que la pareja tendrá que dejar sus duelos lingüísticos para más tarde y tratar de algo mucho más importantes, salvar el cuello.
Pero claro, si Conan ha sobrevivido a una y mil batallas, no va a dejarse matar tan fácilmente, por lo que demostrará una vez más la razón de su apelativo, dando buena cuenta del peligro y encontrándose de pronto en un desconocido y desierto paraje.
Y alzándose como un enorme mausoleo de piedra, la silueta del lugar cambia con la presencia de una colosal construcción en la que los protagonistas se internan, para descubrir muy pronto que ahí dentro están sucediendo cosas extrañas, y bastante peligrosas.
Sin pensárselo dos veces, Valeria salva de una muerte segura al que parece un habitante del lugar,Techotl, que a partir de ese momento se va a convertir en improvisado guía por las ciclópeas estancias, totalmente desiertas, de este lugar llamado Xuchotl, una ciudad que parece llevar muerta desde hace mucho tiempo.
Pero no, para nada el lugar carece de vida, ya que pronto conocerán al rey y reina del lugar, una mujer ésta que desde el primer momento se interesa especialmente por la robusta Valeria, que la mira con ojos de desconfianza.
De las bocas de los monarcas conocerán la oscura historia de la construcción, donde tres hombres se convirtieron en paladines de este lugar, pero los celos, el egoísmo y la envidia emponzoñó la alianza entre ellos, y terminaron dividiendo la ciudad en tres partes. Y la enemistad se convirtió en un odio brutal.
Este podría ser el prólogo de la inquietante peripecia a la que Conan y Valeria van a tener que enfrentarse, ya que, como no podía ser de otra manera, hay secretos, oscuros, que no se les han narrado. Y la muerte aguarda, en silencio, para poder golpear en el momento más inesperado.
Regis Hautiere (Aquablue…), guionista con una sólida carrera, adapta el texto de Howard a la perfección, acompañado en el apartado gráfico por uno de los dibujantes galos más interesantes del momento, Olivier Vatine, que además de tener una larga y exitosa trayectoria en el mercado francobelga, ha dado el salto a norteamericano, llevando a las viñetas las peripecias de varios personajes de Marvel o el mismísimo e icónico Hellboy.
El trío artístico se completa con la personal paleta de colores de Didier Cassegrain, en una de las aventuras más famosas protagonizadas por el cimmerio.
Conan El Cimmerio Vol. 7
Guion: Regis Hautiere
Dibujo: Olivier Vatine
Color: Didier Cassegrain
Tapa dura
Color
80 págs.
18,95 euros
Planeta Cómic