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¡Se acabó el juego!

La entrada de Helena Silver en la prestigiosa escuela de Sioule cambiará radicalmente su percepción sobre este popular deporte.

Y lo va a sufrir en propias carnes, y de qué manera.

No es lo mismo jugar con tus amigos en el campo, con total tranquilidad y desconociendo muchas de las reglas y tácticas del juego, que hacerlo bajo la atenta e inflexible mirada de Mike Springfellow, monitor de la E.S.S.

Y sobre todo cuanto tienes que enfrentarte a una legión de chicos que no quieren darte tu lugar por ser una muchacha, poniéndote las cosas aún más difíciles si cabe. Aunque debido a la extraordinaria fuerza y resistencia de la protagonista, ella les va a plantar cara, dejando a más de uno sorprendido y mordiendo el polvo.

Aunque Helena también se va a encontrar con su némesis en el lugar, un chico bajito, delgado y de apariencia frágil que se va a revelar como un extraordinario jugador de Sioule. Su nombre es Soni Daktari, y frente  a la protagonista va a protagonizar espectaculares partidos que, retransmitidos a lo largo y ancho del globo, les va a convertir en dos figuras famosas, seguidas y adoradas por millones de espectadores.

Pero la mente y pensamientos de Helena no se encuentran solo en el terreno de juego, ya que siente una terrible nostalgia por la relación con sus amigos, su pandilla de toda la vida, su perra Faustina y, claro está, su padre que, desde que ella tomó la radical decisión de ingresar en la escuela ha cortado toda comunicación con ella.

Afortunadamente, todos estos pensamientos quedan en segundo plano cuando la chica se reencuentra con Marco, su novio, aquel que la introdujo en este apasionante mundo.

Y así, poco a poco, con mucho esfuerzo, dolor, magulladuras, Helena consigue ir escalando puesto, logrando la admiración de sus compañeros que, por fin, la aceptarán como a una más del equipo.

Lo malo es que la fama trae consigo algunos riesgos, como la envidia de otros jugadores más experimentados, que van a colocar una imaginaria diana sobre la protagonista, poniendo su integridad física en peligro en más de una ocasión.

Y justo entonces llegará una oferta de lo más inesperada, que puede dar la vuelta a todo el argumento…

Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con un cómic, ya que su autor, Michaël Sanlaville, ha sabido crear un estilo propio partiendo de una marcada influencia del manga japonés, pero llevándolo a su terreno, creando a una heroína carismática, un deporte tan radical como original y unas escenas de acción que se salen de las viñetas, dejándonos colgados al final de este segundo tomo con un cliffhanger que nos conducirá hacia la conclusión de esta apasionante historia que no solo recomiendo para los más jóvenes de la casa, que pueden sentirse atraídos por su formato, sino para también los más talluditos.

Banana Sioule 2

Autor: Michaël Sanlaville

Tapa blanda

Blanco y negro

208 págs.

15 euros

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