Tocando fondo

Desencantado con el mundo que rodea a la literatura, el inefable Fante Bukowski se lanzará en esta ocasión al de la poesía… ¡Temblemos!

Y para ello se traslada a un lugar en el poder inspirarse, Columbus Ohio. Tal vez allí logre impregnarse del ingenio de los famoso escritores que pululan por sus calles, aunque viendo los dudosos resultados de su plan, más le hubiera valido regresar a casa con sus padres.

Pero, en fin, si algo es Fante es cabezón, o es que tal vez no se entere de la canción. Ya que, recién instalado en un motel que no recomendaría ni a mi pero enemigo, se pone manos a la obra, aunque la inspiración siempre esquiva, tarda en llegar. Y cuando lo hace, pues, tampoco es que brille demasiado…

En paralelo seguiremos el devenir de la ex de Fante, Audrey Catron, que ha alcanzado el éxito absoluto con su segunda novela, lo que la lleva a protagonizar eventos de todo tipo. Es tal la buena a cogida de su obra que hasta su agente le plantea la posibilidad de una adaptación a la gran pantalla, filmada nada más y nada menos que por ¿Michael Bay?

La chica se siente más insegura que nunca, abrumada por un mundo que está a punto de devorarla, dudando sobre su capacidad para crear un nuevo exigido best seller, y con un nuevo novio (un tal Noah Van Sciver…) que solo se preocupa porque su relación le dé visibilidad en el mundo de los cómics (!).

Mientras, una genial idea (por decir algo) acude a la afilada mente de Fante. ¿Por qué tener que depender de una maldita editorial para publicar tus escritos cuando puedes convertirte en tu propio editor?

¡Ya está, he ahí la solución! Armado con sus cuartillas y grandes pensamientos, el nuevo poeta se lanza al mundo de los fanzines, esperando que con ello el dinero entre a espuertas y se labre, por fin, un nombre en ese mundo al que está loco por acceder, sea como sea.

Pero claro, una cosa son las ideas y otra la realidad, y el protagonista está a punto de recorrer su propio vía crucis, empedrado por su malas decisiones, egoísmo e inconsciencia. Controlado por el dueño del motel, ignorado por su madre, que de pronto le corta el grifo monetario, y ninguneado por todos, Fante se va a encontrar como nunca pudo llegar a imaginar.

Se nota que el autor de este hilarante cómic, Noah Van Sciver, ha asistido a multitud de presentaciones de novelas, lecturas poéticas y demás saraos, ya que tiene un especial tino, mezclado con muy mala baba, para retratar tanto a crueles editores que, subidos a sus invisibles púlpitos, se creen mejor que la mayoría de los mortales; o a esos “personajes” que, tirando de excentricidad, tratan de vender humo, que es lo único que hay tras sus coloridas fachadas.

Heredero artístico de Robert Crumb y Daniel Clowes, aunque con un estilo muy propio, Van Sciver se ha labrado una carrera dentro del mundo del cómic independiente norteamericano, comenzando (como los anteriormente nombrados) con la autoedición de sus cómics (Blammo) y continuando con una serie de obras que, avaladas por lectores y crítica, le han convertido en una de las cabezas visibles, y más interesantes, del moderno cómic independiente en los Estados Unidos.

Y llegados a este punto, tan solo queda hacerse dos preguntas: ¿Conseguirá Fante Bukowski escalar al Olimpo de los creadores? Y, ¿se volverá a cruzar su camino con en el de Audrey?

Fante Bukowski Dos

Autor: Noah Van Sciver

Tapa blanda

Color

184 págs.

19,59

Ediciones La Cúpula

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