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La mujer de las mil caras

En esta nueva incorporación a la biblioteca dedicada a su figura, Osamu Tezuka vuelve a deleitarnos con un curioso argumento, que nos mantendrá pegados a las páginas de este manga.

Y es que si algo caracteriza a la obra del gran Maestro nipón es lo bien que se movía entre géneros. Ya podían ser de corte heroico, humorístico, histórico o el drama más absoluto. De hecho, a esta obra la podemos enmarcar en su etapa más oscura, dentro de ese género, el gekiga, que junto a otros autores como Yoshihiro Tatsumi, cultivó con éxito, y que nos muestra el lado más oscuro del ser humano: La codicia, los celos, la ira, mentira… Todos estos sentimientos, y algunos más, aparecerán en algunos de los relatos que conforman esta historia.

En I.L. vamos a encontrar un sugerente coctel que mezcla con acierto muchos de ellos. Conoceremos a Daisaku Imari, un director de cine con pretensiones que acaba de echar por la borda su carrera al querer ofrecer un producto demasiado personal y totalmente ininteligible, por los que es expulsado de la sala de reuniones con los posibles productores.

Vagando por las desiertas calles tokiotas se encontrará con un curioso anciano que le indica donde puede encontrar una casa apropiada para vivir en ella. Sin pensarlo demasiado, Imari encamina sus pasos hacia el lugar y ¡oh sorpresa! Se encuentra con una gran y tétrica mansión que parece salida de un relato terrorífico.

Una inoportuna lluvia hará que el hombre se refugie dentro del lugar y allí se encontrará con un sonriente y siniestro tipo que parece conocerle muy bien. Está rodeado por otros ¿hombres? por así decirlo, que parecen haber salido de una producción de la Universal (hombres lobo y demás fauna de la noche).

Alucard, que así se llama el tipo, el ofrece al director el mayor proyecto de su vida, una película tan real como la vida misma. Y para ello contará con la ayuda de alguien muy especial, una bella mujer, la sobrina de Alucard, que responde al curioso nombre de Aiel (el propio Tezuka ya nos explica en el epílogo el origen de éste) y tiene una cualidad única: Puede transformar sus facciones y cuerpo, copiando a cualquiera.

Y justo aquí se inician, en catorce capítulos, las peripecias de esta inusual pareja, que los va a llevar a lo largo y ancho del país, e incluso allende sus fronteras, para ayudar a gente, mujeres la mayoría, que tiene un problema.

Desde esposas desesperadas por las oscuras filias de sus maridos; pasando por el último deseo de una moribunda, que solo quiere volver a ver a su amado una vez más; La novena esposa de un dictador al que le quedan pocas horas de vida y que ha huido de su país con una maleta cargada de millones; Los protagonistas conocerán también a una pareja, marionetista él, que quieren huir a toda costa del país del este en el que viven; Un conocido profesor, Nagaguchi, les convoca, ya que su hijo menor ha sido secuestrado, por lo que Aiel se hace pasar por la hija de éste y trata de entregar el rescate…

La poesía y el drama se dan la mano cuando Imari Y Aiel se cruzan en su camino con Yoshiko, una bella vagabunda que tiene el cuerpo cubierto por unos bellos tatuajes de flores que, sin ella saberlo, serán su perdición.

Y así, episodio tras episodio, que prácticamente se pueden disfrutar como relatos individuales, nos iremos colando en las vidas de estos personajes, muchos de ellos desdichados, golpeados por la desgracia y un destino poco luminoso.

¿Pero qué pasará con la bella, misteriosa, y en el fondo insegura y falta de amor Aiel y el director Imari, que vive obsesionado por la infidelidad de su ex esposa?

Para saberlo tan solo tenéis que disfrutar de una maravilla más en la extensa obra del Dios del Manga, Osamu Tezuka.

I.L.

Autor: Osamu Tezuka

Tapa dura

Blanco y negro

336 págs.

25 euros

Planeta Cómic

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